Has nacido tantas veces sin saberlo que ya no recuerdas si fuiste primero sólo un deseo o has sido antes que ser esperando ahí donde no sabías si estabas, o si tendrás que nacer de nuevo para sentir por ello que te adelantas al pensarlo ahora con presagios que merodean dentro del caos donde se mueve todo evento. Pero quizá seas el sueño irreal de un pasado que se ejercita fuera de su cuerpo buscando acomodo mientras aguarda en el vacío y se pregunta, quién soy si miro lo que no puede verse, por qué dudo si decido tener otra apariencia en un lugar regido por diferente espacio.
Si no aprendo, para qué existo, y si no recuerdo, de qué sirve volver a lo que no has tenido porque nunca se produjo.
Has de evocar lo anterior para saber que llegas allí donde no te has ido aunque creas estar cerca o dejes de encontrarte.
La materia no es la voz que guía los impulsos pues si miras tu destino verás que esclavo te debes a él ya que aun cambiando lo que piensas no vendrá otro cubriéndose éste del mismo principio.
Serás la vigilia de alguien que no ha nacido y sólo presiente su alma que desea elegir morada; o que temerosa se echa atrás para no sentir en una nueva ocasión.
Por eso afirmo que te has marchado otras muchas y ese cuerpo cansado apenas si lleva huellas de lo poco vivido, y que siendo tan joven, la memoria no guarda su existencia; tan sólo un poco de la primera infancia.
Entonces digo, a dónde vas; qué me espera si ya no recordaremos.
Dónde
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1 comentario:
Cruel realidad...
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