Mujer

Mujer,
mi alegría te pertenece
porque cada sol me recuerda
quién eres en aroma de plateada sangre,
también mi tristeza que asomará
cuando tu luz abandone mis ojos
para marchar a reunirte
con las sombras de negros cielos
que dejaron de estar unidos,
oiré cantar al lamento
sobre puntas de flores marchitas
que llenarán tu vacío sin lucha,
y a solas empezaré a sentir que te has ido
como si el temor
te hubiese dejado escondida
en un sumergido invierno,
callada,
tu pensamiento ya no será de miel
y andaré con sollozos vistiendo tu recuerdo
en el rocío inesperado de esas lágrimas
para ver que dormirás
murmurando algún nombre dulcemente
más allá donde verdes orillas
cubren arañadas noches,
y seré el más triste cuando sólo tenga
el adiós espeso que detenido
atrape la distancia
haciendo que tus palabras
se ausenten para contarme
que ya no estás,
abrazaré tu imagen líquida
con manos desesperadas
entre aguas y palomas
que desbordarán mi llanto
para pedir que la tierra se abra,
pero aún estaré triste
porque te habrás marchado

autor Fermosell m.s.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha encantado...