Igual que ayer
en tu cuerpo
no hay mella alguna,
eres aquella
a la que quise
a través
de los días
que volaron con asombro
por entre tus besos,
acaricio tu sereno semblante
sin matices
aferrándome a tu edad
que me sigue sorprendiendo,
pero nos separa
un estado del tiempo
en el que todo
puede ser cierto,
eres el sueño
de mi vigilia
donde te veo idéntica
y nos amamos
con intensidad
haciendo que sea eterno,
mas el momento
muere en su propia vida,
apartado queda
cuando allí duermo
y aparezco ahora
sabiendo que te alejas
para seguir poblando
mi fantasía
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