Su destierro cubre
un cuerpo apático
de miembros que arden
en confuso vuelo,
su dolor, de impura fatiga,
a espaldas
de un grave descenso
se pierde largo,
su sentimiento, de profundo
y sombrío fuego,
mora junto aquello
que estaba cerca,
su alejada soledad,
llevada en peregrinaje eterno
deshace sueños
para volver a sentirse sola,
su mente, desganada y rígida,
descansa en torpe recorrido
con rumores de helado viento,
queda oculto
hacia mantos de arena,
falseado y sin animo
1 comentario:
Miguel, me encanta entrar aquí y ver que has escrito tanto, jajaja, aunque siempre me parece poco... no dejes de escribir hermosuras como estas, mis ojos te lo agradecen.
Muchos besitos
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